La limpieza profunda anti-acné combate las bacterias que producen esta molesta afección, eliminando y previniendo la proliferación de granos, espinillas y puntos negros.
¿En qué consiste?
Al actuar directamente sobre los poros, este tipo de limpieza es capaz de reducir la producción de grasa, acelerando la renovación de células dérmicas y previniendo problemas de acné. Por otra parte, minimiza las marcas o cicatrices provocadas por estas alteraciones de la piel..